Ahí estaba yo. Trepando por el muro. Buscando meticulosamente los puntos de apoyo. Abriéndome paso con mis manos desnudas. Adhiriéndolas a cuanto saliente encuentro a mi paso. Como un escalador de rocas con tendencia a sucumbir a la gula del café y los pastelitos mañaneros. Sacando partido del insinuado físico fondón para hacer contrapeso enSigue leyendo «Ahí Estaba Yo»