Como Me Veo Yo


Siempre he sido un hombre de principios. No hago a los demás lo que no me gusta que me hagan a mí. Desde que yo recuerde mi nivel de empatía con los demás a sido muy alto. No puedo evitar sentir alegría por los triunfos ajenos y tristeza por sus fracasos. He de hacer un gran esfuerzo para no sumergirme en ese océano de emociones que fluye a mi alrededor. Dicho esto, se sobre entiende que, a mí, me importan las personas, y en cierto modo, eso me vuelve vulnerable, ya que mi predisposición a pensar que todo el mundo es bueno me ha acarreado muchas dolorosas decepciones. De cara a los demás he construido una coraza para protegerme del influjo del citado océano de emociones, pero tras la susodicha, tonto de mí, no escarmiento. Es como si una parte de mi persona cogiese esas malas experiencias y las lanzase al cajón del olvido, por lo cual caigo una y otra vez en esa coyuntura tan poco favorable. Más que puedo hacer si soy un ser emocional hasta el punto de rallar lo patético. Mi corazón siempre predominara sobre mi razón.

La honestidad es la característica que mejor me define. Soy honesto conmigo mismo, y en consecuencia con los demás. No tengo miedo a expresar mis sentimientos ni de hablar abiertamente de las cosas. Eso incomoda a muchas personas, más por lo que ellas llevan dentro que por lo que yo pueda decir. Pero bueno, es como soy y no tengo intención de cambiar. Ir con la verdad por delante mantiene mi conciencia tranquila.

Sociable por naturaleza, hablo con cualquiera sin el mas mínimo reparo, como he dicho, no tengo miedo a expresarme, ni trastorno de ansiedad social o fobia social. Me gusta comunicarme, interactuar con otras personas. Sin embargo, adoro la soledad, abrazar sus silencio, aislarme del mundo, porque el ruido me impide pensar con claridad. Necesito esos momentos de recogimiento para reorganizar mis pensamientos, mis ideas, el caos que anida en mi desequilibrado universo interior. Las personas con dislexia somos así. Requerimos de un tiempo muerto par unir todas las piezas del puzzle de nuestra vida. Entender que nos está pasando, el como, el cuando, el donde, el porqué. Aunque no siempre lo consigamos. Lo normal es que nos falten algunas piezas del puzzle. Y allí donde todos lo ven claro, nosotros, no terminamos de entender. No porque seamos menos listos que los demás sino porque en el atajo que toma la información en nuestras cabezas hay muchos cabos sueltos que nos impiden ver las cosas como son. Es así y así siempre será. Nada puede hacer cambiar eso. El que nace con una condición, sea del tipo que sea, a de apoquinar con ella de por vida.

Me acepto como soy sin complejos. Juego con la ironía para reírme de mí mismo. Aun que a la hora de expresarme por escrito o por medio de una canción de la sensación de que soy un ser oscuro, sombrío. No es así, en absoluto. Me recompongo con facilidad. Tengo una tendencia irrefrenable a ser feliz, y pase lo que pase, siempre termino bromeando y quitándole hierro a las malas experiencias.

Vivo re-inventándome porque es la única forma de recomponerse cuando todo se desmorona. Es algo que aprendí a hacer en la niñez y no he dejado de practicarlo desde entonces. Me cura en salud, prolonga mi bien estar, equilibra mi balanza emocional. Porque cargar con las cosas rotas es corrosivo. Hay que viajar ligero de equipaje. Soltar lastre para no hundirnos. Aprovecho cada cosa que escribo o canción que compongo para colar esas cosillas que me carcomen por dentro. Transformando lo impuro en puro. Creando algo bello de algo oscuro. Ya que con la mente saneada la vida se extiende más allá del alma.

No sé que más te puedo contar, ni sé que es lo que veras tu en mi, pero si sé, sin miedo a equivocarme, que lo que he expresado aquí, por escrito, es  con toda honestidad, como me veo yo.

Procesando…
¡Lo lograste! Ya estás en la lista.
Anuncio publicitario

Publicado por marcoasantanas

“Soy un despistado avispado. Un desmemoriado que sólo recuerda lo que le llama la atención. Un inculto enamorado de la cultura. Así, podría seguir y seguir definiendo esa especie de disfunción “defecto-virtud” que anida en mi desequilibrado universo interior. Pero tranquilos, no lo voy ha hacer. Sí, es verdad, soy un desastre, pero siempre llevo el icono de “ Estamos mejorando” pegado en la frente.”

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: